Tinduf: los secuestrados podriàn ejercer sus derecho a la palabra y al libre movimiento?

La situacion en los campamentos de Tinduf, en Argelia, y la degradacion de las condiciones de vida de millares de refugiados Saharauiés, retenidos contra su voluntad por el Polisario, asi como la falta de respeto a los derechos humanos que reina y que data de otra edad, es una verguenza a ojos de todo observador y un ultraje a la comunidad internacional que no ha dejado de ir en ayuda de las poblaciones que viven alli.
En efecto, el aislamiento de los campamentos, en el sur-oeste argelino, el encierro que sufrén y el secuestro del cuàl son objeto por parte de la milicia armada del Polisario, son chillones e insoportables y interpelan la comunidad internacional. A este efecto, la responsabilidad de Argelia, pais protector y huésped, es màs que evidente. Es « indivisible, no-transferible y imprescibtible » ha manifestado el Sr. Omar Hilale, embajador-representante permanente de Marruecos en las Naciones Unidas en Ginebra.
El Sr. Hilale, habia precisado, durante el transcurso de la 47a reunion del comité permanente del ACR en ginebra, que Argelia ha de hecho « demisionado de sus obligaciones internacionales en los campamentos y los ha delegado a un grupusculo armado, lo que constituye un desarrollo muy grave, ya que contrariamente a la convencion de Ginebra sobre los refugiados de 1951 y su protocolo de 1967 ».
Por otro lado, la visita realizada por el Alto comisario a Tinduf en setiembre del 2009, constituye una nueva violacion del màndato del ACR (Alto Comisionado para los Refugiados) y de su dispositivo presupuestario, ya qye el ACR ha sido voluntariamente implicado en una grosera operacion de manipulacion, a raiz de la inuaguracion de una sala de tribunal en los campamentos Saharauis de Tinduf, sala cuya renovacion e equipamiento fueron financiados por el ACR, lo que es contrario al mandato y objetivos del ACR.

Màs grave aun, se encarece el diplomata marroqui, el tribunal en cuestion crea una situacion de no-derecho, puesto que no obedece a ninguna autoridad estatal reconocida por el derecho internacional y confirmada por las Naciones Unidas.
Tambien Marruecos, en el nombre del derecho y de la legalidad internacional, condena ésos atropellos y exhorta la ONU a ejercer su derecho de mirada sobre los campamentos de Tinduf, que deben ser desmilitarizados y cerrados, para que las poblaciones que vivén alli, o màs aun, sobreviven, a pesar de ellos, puedan ejercer sus derecho a la palabra, a la opinion y a la movilidad. Dicho de otro modo, disponer libremente de ellos mismos, elegir de quedarse, bajo la autoridad del ACR, volver a Marruecos o instalarse en otra parte.
En definitiva, poner fin al calvario de los campamentos de la verguenza y del secuestro.

 

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