Kerry Kennedy, la presidenta de la Fundación Robert Kennedy ha salido a la superficie, como por milagro, durante la gira del mediador de la ONU para el Sáhara Occidental, Christopher Ross, en la región.
La descendiente de la familia Kennedy se ha especializado en el lobbying internacional, un negocio muy lucrativo, no se ha perdido esta oportunidad para atacar de nuevo, Marruecos y fingir defender la causa del Frente separatista saharaui Polisario. En realidad, lo que más importa a Kerry, es más bien la factura bien cargada que los servicios de inteligencia militar argelinos (DRS) deben pagarle, sin pestañar, dinero en efectivo y en petrodólares.
En ausencia de una nueva receta de ataque, Kerry Kennedy asumió el coro de su vieja canción de los Derechos Humanos para llamar Washington, como si fuera el centro de toma de decisiones de las Naciones Unidas de prorrogar el mandato de la MINURSO a la vigilancia de los derechos humanos en el Sáhara Occidental.
Fuentes informadas en la sede de la ONU en Nueva York, nos hablan de que es esta misma fundacion quién estaba al origen de la primera versión de la revendicación de la concesión a la MINURSO de la supervisión de los derechos humanos en el Sáhara Occidental. Por otro lado Washington había cedido a la presión de la Fundación Robert Kennedy para presentar ante la ONU una solicitud en éste sentido, antes de retractarse y retirarla.
Si en sus escritos, Kerry Kennedy no se pierde ninguna oportunidad de abordar Marruecos sobre presuntas «violaciónes humanitarias» en las provincias del sur, pero que núnca hablo una sola palabra sobre las condiciones de vida precarias de las poblaciones hambrientas de los campamentos Tinduf y de las graves violaciónes que cometen contra ellos, los torturadores y las milicias armadas del Polisario.
Incluso las escàndalosas desviaciones de la ayuda humanitaria de la Unión Europea reveladas recientemente por la Oficina de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) y que hacen enriquecer ilegalmente los dirigentes y dignatarios del Polisario en conexion con los generales del DRS de Argelia, no han hecho revolver Kerry Kennedy y su Fundación.
El silencio complice de la Fundación Americana y su presidenta en este escándalo, es bastante normal, siempre y cuando Kerry se asegurada de percibir en su casa, su parte del pastel para un poco de parloteo casual.