En vísperas de las consultas del Consejo de Seguridad para la renovacion del mandato de la MINURSO, varios congresistas de los EE.UU. enviarón una carta al Secretario General de la ONU, Kofi Annan.
En su carta, los legisladores de los EE.UU. pidiéron a, Ban Ki-moon, de «apoyar el actual proceso político (…) teniendo en cuenta la iniciativa marroquí de autonomía como base de cualquier acuerdo» de la cuestión del Sáhara Occidental.
El plan de autonomía propuesto por Marruecos es «consistente con el derecho internacional y el principio de la autodeterminación, en particular, insisten los congresistas estadounidense. Es gracias a ésta propuesta que el proceso de negociación se reanudó en el 2007. Para los congresistas, el plan de autonomía se basa en dos principios fundamentales: » garantíza a las poblaciones saharaui a la autodeterminación, protege la dignidad de todas las partes involucradas, así como une a las familias separadas», por una parte.Y por otro lado, , responde a los objetivos del Consejo de Seguridad para llegar a una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable del conflicto del Sàhara.
Desde hace màs de 35 años, miles de personas sufren en los campamentos de Tinduf, dirigidos con puño de hierro por el Polisario en el sur-oeste de Argelia.
Sus «derechos a la dignidad, a la libertad de movimiento, al trabajo y la libertad de expresión son a diario violados», se han indignado los congresistas Americanos. Es para poner fin a ésta situación inaceptable sobre el plano humanitario y politico que Marruecos ha sometido a la ONU la propuesta de autonomía. Sin embargo, los miembros del Congreso de Estados Unidos no se muestran menos circoncepctos y piden al secretario general de la ONU de observar,»la máxima cautela para no tolerar los intentos de hacer fracasar el proceso político de su trayectoria actual.» Estas tendencias sólo exacerbarán los peligros de desestabilización en la región y, en primer lugar, «la creciente amenaza de al-Qaida» en toda el África subsahariana.
La salida de congresistas EE.UU. había sido precedida por el apoyo dado a la opción de la autonomía por la presidenta de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de los EE.UU. y más recientemente por la secretaria de Estado, Hillary Clinton.