Amnistía Internacional ha denunciado una vez más las violaciónes de los derechos humanos perpetrados por el Frente Polisario contra la población saharaui en los campamentos de Tinduf. Más concretamente, la organización internacional señala con el dedo la impunidad de la cuàl gozan los autores de tales violaciónes en los campamentos de Tinduf, que están bajo el control del Polisario en territorio argelino.
El caso de la disidente del Polisario, Mustafa Salma, es una ilustración perfecta de la represión contra los saharauis de Tinduf, dice Amnistía Internacional en su último informe sobre la situación de los derechos humanos en el mundo. Mustafa Salma, un ex responsable del Polisario fue detenido el 21 de septiembre de 2010 y torturado durante varias semanas antes de ser expulsado de Tinduf y alejado de sus hijos y su familia. El Polisario lo acusa de haber apoyado públicamente el plan de autonomía propuesto por Marruecos para resolver el conflicto del Sáhara Occidental. Incluso entonces, Amnistía Internacional emitió un comunicado denunciando una violación flagrante de la libertad de expresión. «El respaldo pacifico al plan de autonomía no debe ser visto como un acto que justifica las restricciones a la libertad de expresión», afirmó la ONG internacional. De manera más general, Amnistía le preocupa de que no se habían tomado medidas para «poner fin a la impunidad de los acusados de violaciones de los derechos humanos en los campamentos desde los años 1970 y 1980.»
Con otras organizaciones internacionales, incluyendo Human Rights Watch, Amnistía Internacional ha ejercido una presión continua sobre el Polisario y Argelia en su calidad de estado acojedor de ése movimiento. Por último, el trabajo de las ONGS ha sido pagado y puesto en libertad el disidente Salma Mustafa puesto en libertad. Esta libertad queda a mitad de camino, ya que sido expulsado de los campamentos de Tinduf hacia Mauritania, donde sigue clamando el derecho de unirse a sus hijos y a su familia.