La estabilidad en el Magreb, el África del Sahel y el África subsahariana se ha visto seriamente debilitada en los últimos años con la aparición de nuevas redes terroristas. La situación se agravó con la aparición de la evidencia física de la connivencia probada entre el Polisario y el grupo terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). El último acto en fecha es el secuestro el 23 de octubre último de los tres ciudadanos occidentales en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf, al suroeste de Argelia. Este secuestro, advierte un estudio publicado recientemente por el EE.UU. think tank EE.UU., » Atlantic Council «, forma parte de una red extremista que amenaza la estabilidad en el Magreb, en el Sahel y África Occidental en su conjunto «La franquicia de Al Qaeda en el Magreb, según el estudio, ha fortalecido sus vínculos con el Frente Polisario, una aproximación muy preocupante que se ha ilustrado con el secuestro en octubre pasado, de dos cooperantes españoles , y otro de nacionalidad italiana, perpetrado ademàs en el corazón de Tinduf «, un campamento altamente vigilado por las milicias armadas del Polisario y el ejército argelino.
El autor del estudio titulado «El extremismo amenaza el crecimiento en África», explica Peter Pham que la colusión entre el Polisario y AQMI ahora que se manifiesta ahora abiertamente, «no es realmente una sorpresa» para los observadores. En opinión de este último, «los jóvenes de los campamentos de Tinduf, que viven sin esperanza de un mañana mejor, constituye un terreno fértil para los reclutadores de AQMI, en busca de (nuevos) brazos para apoyar a sus actividades terroristas y criminales. » El acuerdo alcanzado entre los elementos del Polisario con los emires de AQMI para el secuestro de tres ciudadanos occidentales, a cambio de grandes sumas de dinero, y los atentados con el coche bomba cometidos recientemente en Nigeria por el grupo terrorista Boko Haram en contra de la las instalaciones de la policía nigeriana y los responsables de las Naciones Unidas en Abuja, es una nueva evidencia física del crecimiento de las amenazas terroristas en contra de la estabilidad de la región. Tales actos, dice el experto americano Peter Pham, también constituyen una «amenaza significativa» para los intereses de los Estados Unidos y otros países occidentales.