Los jóvenes contestatarios saharauis ponen las cosas difíciles al líder del Polisario

A pesar del bloqueo informativo impuesto a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf en el suroeste de Argelia, algunas informaciones llegan a filtràrse de vez en cuando sobre el caos que reina hace bastante tiempo en està zona sin ley. Las últimas noticias que hemos recibido del campamento Hassi Rabuni la sede de la dirección del Polisario, hacen eco de muchos enfrentamientos que estallaron entre las milicias armadas del movimiento separatista y jóvenes descontentos saharauis que atacaron en los últimos días a los edificios de la sede del Polisario incluyendo la oficina de su inamovible jefe Mohamed Abdelaziz. Los jóvenes manifestantes que llevan tiempo esperando los primeros rayos de esperanza para su futuro que aún tarda en llegar, han resuelto, simplemente y completamente después de haber perdido la confianza en sus líderes actuales, de exigir nada màs y nada menos, la inmediata partida de Mohamed Abdelaziz, líder del Frente Polisario y presidente de la llamada República Saharaui «RASD». La información fue confirmada el sábado por la Agencia Internacional Misna sobre su hilo italiano.

Este asalto es un indicativo de empeoramiento experimentado sobre todo por las jóvenes generaciones saharauis debido a la falta de avances en las negociaciones con Marruecos, dice el corresponsal de la agencia, añadiendo que los enfrentamientos que estallaron el sábado, 11 de febrero, ante la sede del Frente Polisario en Rabuni, han dado como resultado la detención de tres jóvenes manifestantes.
En una incursión anterior, cuatro días más tarde, los jóvenes atacantes saharauis exigieron la liberación de sus tres compañeros detenidos quién pertenecen a un grupo de reformistas que reclaman un cambio en la dirección del Polisario y de la renuncia de Mohamed Abdelaziz. Este último dio instrucciones a sus milicias rurales para evitar el acceso de los periodistas y medios de comunicación extranjeros que se encuentran en Tinduf a los lugares de manifestaciones, con el fin de evitar fugas de información acerca de los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes. La dirección del movimiento separatista teme que tales informaciónes jueguen contra ella en un momento en que se anunció la reanudación de las conversaciones informales del 11 al 13 de marzo en Manhasset, suburbio de Nueva York.

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