El intercambio de visitas entre los jefes de la diplomàcia marroquí y la egipcia han disipado las nubes pasajeras que planeaban sobre las relaciones diplomáticas entre los dos países y puesto las cosas en claro.
Por otra parte, con motivo de su visita el Viernes, 16 de enero a Marruecos, el ministro de Relaciones Exteriores egipcio, Sameh Shoukry y su homólogo marroquí, Salaheddine Mezouar reafirmaron el compromiso de ambos países para fortalecer aún más las relaciones bilaterales e implementar una «sólida alianza» para «avanzar mano a mano sobre la via correcta.»
En el comunicado conjunto que sancionó sus conversaciones en Fez, los dos ministros fueron más tranquilizadores en cuànto a la fuerza de los lazos entre Marruecos y Egipto.
En los últimos meses, las relaciones entre Marruecos y Egipto habían sido más o menos perturbadas por el tono mediàtico desplazado por los periodistas egipcios contra Marruecos y su integridad territorial. Así, a finales de diciembre, un presentador de televisión egipcio criticó el hecho de que el Rey Mohammed VI ha movilizado cinco aviones para ir en una visita privada a Turquía. En julio, una presentadora egipcia causó un escándalo en Marruecos, declarando que la economía marroquí se basa en la «prostitución» y que el SIDA se había extendido en el reino. Además, un grupo de periodistas egipcios visitó los campamentos de Tinduf, por invitación de los mercenarios del Polisario y a cargo del DRS (inteligencia militar) argelino.
Es por ello que durante su breve estancia en el Reino, el jefe de la diplomacia egipcia ha querido reafirmar el compromiso de su país a la unidad territorial de Marruecos y su apoyo a la iniciativa de autonomía propuesta por Marruecos para poner fin al conflicto del Sáhara Occidental.
Sameh Shoukry ha reiterado asimismo el apoyo de Egipto a las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre la propuesta marroquí de autonomía y los esfuerzos de Marruecos considerados «serios y creíbles» para avanzar hacia la resolución del conflicto .
Contrariamente a las afirmaciones de los adversarios de la integridad de Marruecos, las relaciones entre El Cairo y Rabat sólo han aumentado a pesar del paréntesis, iniciadas por algunos perturbadores egipcios que han cedido a la tentación de los petrodólares argelinos.