Dos semanas después de la reunión de jeques opuestos al Frente Polisario, los campamentos de Tinduf siguen vibrando al ritmo de los ecos provocados por la decisión histórica de líderes tribales para proclamar su adhesión al plan de autonomía para el Sáhara propuesto por Marruecos.
Los participantes en la reunión, así como la fuerza del comunicado que fue lanzado, recibieron un eco favorable entre los saharauis en los campamentos de Tinduf. Especialmente que la reunión del 17 de junio se celebró en casa del jeque Saleh Ould Mohamed Cheikh, una de las figuras más respetadas de los saharauis.
El mensaje enviado por la reunión también ha sido mordaz para el jefe del Polisario. Sheikh Saleh Ould Mohamed Cheikh pertenece, en efecto, a la tribu de Rguibat, la mayor y la más influyente en los campamentos. Un golpe especialmente duro que Mohamed Abdelaziz él mismo pertenece a la tribu de Rguibat, que proporciona información sobre el alcance de la oposición de la que está sujeto en su propio campo.
Pero no es el único revés para Mohamed Abdelaziz. Los jeques disidentes llevaron el desafio hasta de pedir al Rey Mohammed VI de designar como coordinador con los saharauis de Tinduf, un cierto Omar Hadrami, el adversario irreconciliable de Mohamed Abdelaziz.
Los dos hombres estaban entre los fundadores del Polisario en los años 70, antes de que sus caminos se bifurcaran por completo. Mientras que Mohamed Abdelaziz fue designado por Argelia a la cabeza del frente saharaui, Omar Hadrami, alias Ali Admi, fue el encargado de supervisar la seguridad en los campamentos.
Posteriormente, Hadrami, un firme opositor de la lealtad del Polisario al poder del DRS de Argelia, acabó tirando la toalla y regresa a Marruecos en 1989. Hoy en día, 26 años después de salir de los campamentos de Tinduf, Omar Hadrami goza siempre de la misma popularidad. Es por ello que la propuesta hecha por los jeques al Rey Mohammed VI para encargar Hadrami de la coordinación entre Marruecos y la población de los campamentos de Tinduf.