El jefe del Gobierno marroquí, Abdelilah Benkirane ha celebrado el lunes en Rabat, una reunión de emergencia con los jefes de los principales partidos políticos representados en el Parlamento, para la discusión de los últimos desarrollos de la cuestión del Sahara.
Fuentes cercanas el dossier dicen que estos debates se han centrado en la respuesta a aportar a la iniciativa del gobierno sueco para reconocer el Polisario y su supuesta República Saharaui como lo sugirió el partido socialdemócrata sueco en el poder.
Dada la sensibilidad de los temas tratados, los cuatro partidos de la mayoría y otros de la oposición han, por una vez, dejado de lado sus rivalidades y diferencias políticas y se han encontrado codo a codo, lunes, 28 de Septiembre, en la prisidencia del gobierno para discutir los medios para hacer descarrilar el enfoque sueco, que es muy hostil a los intereses supremos de la nación y de su integridad territorial.
El proyecto del gobierno socialdemócrata sueco de reconocer la República títere autoproclamada y que, además, no es reconocida por las Naciones Unidas, y tiene previsto abrir una «representación diplomática saharaui» en Estocolmo, provocó un acalorado debate en Marruecos seguido de una amplia movilización de la sociedad civil y la clase política del Reino.
Según lo acordado en la reunión del lunes, los líderes de los ocho principales partidos políticos, además del SG del Partido Socialista Unificado (PSU), deben ir sin falta en Estocolmo, con la misión de convencer a los políticos de Suecia y en particular a los líderes la izquierda socialdemócrata y los verdes que conducen el gobierno actual.
En el frente diplomático, el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Salaheddine Mezouar, que se encuentra en Nueva York, donde participó en los trabajos de la Asamblea General de la ONU, ha abordado el martes el tema con su homólogo sueco, Margot Wallström.
Este es el primer contacto directo y oficial entre Rabat y Estocolmo, que tiene como objetivo, según las fuentes, evitar el nacimiento de una crisis política y diplomática entre los dos países, ya que es cuestión de la soberanía del Reino.
En su enfoque, dice un experto estadounidense en las relaciones internacionales, el gobierno sueco ha ido contra la corriente de las resoluciones de la ONU y su proceso en curso para una solución política del conflicto territorial entre Marruecos y el Frente Polisario, abrigado y apoyado por Argelia.