Mientras que los dirigentes y cuadros del Polisario continuaron la labor de su 14º congreso en el campamento de Dajla, cerca de Tinduf, los participantes intercambiaron en los bastidores las últimas malas noticias que pusieron incómodo a Mohamed Abdelaziz y sus colaboradores.
Los jóvenes congresistas hablaron discretamente entre bastidores de las banderas marroquíes y fotos del rey Mohamed VI que ha sido izadas del viernes al sábado, 18 y 19 de diciembre, en el campamento de «Aousserd» por disidentes saharauis, descontentos con sus condiciones de vida convertidas en insoportables. También estaban enojados, según nuestras fuentes, por no haber sido invitados por la dirección al congreso, negándoles el derecho a hablar y expresar sus opiniones y quejas.
También evocarón el golpe duro sentido por los dirigentes del Polisario al enterarse de que los Estados Unidos decidierón conceder, en su presupuesto de 2016 aprobado recientemente por el congreso con sus dos componentes demócratas y republicanos, una nueva ayuda financiera a Marruecos que También cubre las provincias del sur del Reino. Este novedad, comentan los jóvenes saharauis, ha provocado un animado debate celebrado a puerta cerrada por los dirigentes del Frente, en el marco del 14º congreso.
Entre otros temas habiéndo soltado las lenguas, no sólo de los jóvenes congresistas, sino también de muchos altos dirigentes es la ausencia inesperada del Polisario durante esta misa, del secretario general del Frente de Liberación Nacional (FLN), Ammar Saadani y sus colaboradores más cercanos.
Esta ausencia, dicen, fue vista como una mala señal precursora de un plan que se está inventado en el palacio de Al Muradia en Argel para la normalización con Marruecos a expensas del apoyo de la causa separatista del Polisario.
El jefe del FLN muy cercano del centro de decisión en Argel, dicenn los jóvenes saharauis, nunca se habría llamado al gobierno argelino de levantar su mano sobre la cuestión del Sahara Occidental, diciendo que es la jurisdicción exclusiva de la ONU, si no tuviera la aprobación previa de las autoridades superiores en Argel.
Lo que conforta esta hipótesis, dice un joven congresista, ningún miembro de la delegación de bajo nivel enviado por el FLN Tinduf, tomó la palabra en el congreso, dando rienda suelta a varias interpretaciones de esta actitud inusual.
Otros temas delicados se discutieron endiscretamente, pero con gran interés por los jóvenes congresistas que estaban de pie en las esquinas de la carpa que albergaba los trabajos del congreso.