Los saharauis secuestrados desde hace más de cuarenta años en los campamentos de Tinduf en Argelia no tienen otra opción que huir a otro destino o seguir sufriendo, ya que ni siquiera tienen el derecho de manifestarse o hablar libremente.
Para los jóvenes nativos de los campamentos y que nunca han conocido su patria Marruecos, continúan haciendo campaña en la sombra y de forma anónima a través de las redes sociales.
Este es el caso de muchos disidentes saharauis y miembros del Movimiento de Jóvenes por el Cambio (MJPC) que optaron por este modus operandi, para denunciar periódicamente, cuando pueden, las condiciones de inseguridad, la represión y la desesperación.
En un video difundido el 28 de enero en You Tube, tres jóvenes activistas del MJPC denunciarón enérgicamente la indiferencia de los dirigentes del Polisario ante las expectativas y las necesidades básicas de los habitantes de los campamentos.
Los tres jóvenes saharauis cara encapuchada, lamentan el deterioro de las condiciones de vida y el calvario al cuál está sometida la población de los campamentos que sobreviven sólo gracias a las migas de la ayuda alimentaria internacional.
Para los que eligieron y lograrón huir de los campamentos de la vergüenza, que primero viajan a Mauritania en la espera de poder luego unirse a Marruecos para reunirse con sus familias y parientes.
Pero desde los trágicos acontecimientos de Gdim Izik en noviembre de 2010, las autoridades marroquíés muestran más vigilancia para evitar la infiltración de guerrilleros especialmente instruidos por el Polisario para sembrar la discordia y poner a sangre y fuego las provincias del sur reino.
Así, según informaciones provenientes de Nuakchott y Nuadhibu, cientos de saharauis que huyeron de los campamentos de Tinduf, hacen cola cada día ante de los servicios consulares marroquíés para tratar de obtener el visado de entrada a Marruecos. Pero desde los acontecimientos de Gdim Izik que fueron alimentados por los partidarios del Polisario, estás solicitudes de autorización son procesadas por las autoridades centrales en Rabat y son otorgados gota a gota después de una investigación exhaustiva y exámen municioso de cada petición.
Además, a través de está estrategia, las provincias del sur del Reino han reanudado con la calma gresado y están a salvo de los saqueo y vandalismo que los cómplices del Polisario tienen por costumbre cometer.