Los dirigentes y diplomáticos argelinos parecen haber sido profundamente alterados por el fuerte apoyo a la posición legítima de Marruecos en el conflicto del Sáhara, que Francia ha reafirmado en su propio territorio, a través de la voz de su primer ministro, Manuel Valls.
Trás dejar de lado la neutralidad que clamaban no hace mucho tiempo, los dirigentes argelinos extienden públicamente su parcialidad en el conflicto del Sáhara que supone normalmente oponer a Marruecos a los dirigentes del movimiento independentista saharaui, el Frente Polisario.
Pero por temor de ver su país golpeado por las grandes potencias que apoyan a Marruecos, especialmente Francia y Estados Unidos, los dirigentes y los generales argelinos, en lugar de formalizar su sesgo, prefieren untar económicamente sus medios de comunicación y ex líderes de la talla del ex Ministro de cultura y comunicación Abdelaziz Rahabi de hacer el trabajo sucio molestando a sus vecinos marroquíés.
En una estruendosa salida mediática llena de errores en el diario argelino «Al Watan», este ex ministro no ha encontrado mejor manera para defender la ideología del régimen argelino, que afirmar que el apoyo de Francia a Marruecos ‘perjudica a los intereses diplomáticos de Argelia «. Era más justo para él hablar de la tenacidad de los dirigentes Argelinos contra Marruecos en lugar de evocar estos incomprensibles «intereses diplomáticos.» sin embargo, hay que reconocer que Rahabi tiene al menos el mérito de ser franco y valiente en decir la verdad, a diferencia del lenguaje hipócrita y velado de los altos dirigentes del régimen argelino, que parecen tener poca memoria y olvidar todos los sacrificios hechos por los marroquíes para la liberación y la independencia de esta Argelia que paga hoy en día, un alto precio para la balcanización del territorio marroquí.
Los gobernantes de Argel, que aparecen profundamente desencantados con la posición de Francia en el conflicto del Sáhara, también olvidan que Francia, como antigua potencia colonial en Marruecos y Argelia, tiene sus propios argumentos y sabe mejor que nadie sobre la historia la región para ponerse del lado de Marruecos en la disputa territorial entre Marruecos y Argelia y no al Polisario que no existía antes de la salida del último soldado español del Sáhara marroquí.
Marruecos, solido de sus derechos legales e históricos legítimos reconocidos, continúa de reunir a las voces de las grandes potencias del mundo para gran disgusto de los gobernantes de Argel.