Las familias adoptivas españolas de tres jóvenes chicas saharauis secuestradas y retenidas forzosamente en los campamentos de Tinduf, presentaron una denuncia contra Argelia y el Polisario al Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra.
Se trata de los padres adoptivos de Darya Embarek Selma, Najiba Mohamed Belkacem y Koria Badbad Hafed, tres jóvenes saharauis secuestradas y mantenidas cautivas durante años en Tinduf en el suroeste de Argelia, por sus familias biológicas por orden del Polisario. Al final de las visitas familiares a los campamentos, que nunca volvieron a España su país de residencia.
En un comunicado publicado el miércoles por el diario español «El Diario», las familias españolas indican que quieren denunciar a través de este proceso, «la falta del gobierno de Argelia y el Polisario a sus obligaciones de proteger, salvaguardar y garantizar los derechos» de estas jóvenes mujeres saharauis.
Después de agotar la vía del diálogo y esperado demasiado tiempo para la liberación de estas jóvenes mujeres, «decidimos dar el paso y unirnos para presentar nuestra denuncia ante la Oficina de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas», explican las tres familias españolas. En su denuncia, que recuerdan que sus hijas por adopción están «retenidas contra su voluntad, por períodos que van desde los 3 a 6 años, con sus familias biológicas en los campamentos de Tinduf, privadas de libertad y obligadas a vivir una vida que no han elegido «.
Los denunciantes también pidieron al Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU, «intervenir para investigar a fondo sobre la complicidad y connivencia entre el Polisario y el gobierno de Argelia en relación con las violaciones de los derechos humanos» de las cuales son victimas las tres jóvenes saharauis.
Estas últimas habían abandonado los campamentos de Tinduf con el fin de estudiar y prepararse para su futuro en España donde pasaron más de la mitad de su vida en familias de acogida, antes de ser secuestradas y impedidas de salir de los campamentos del Polisario en represalia contra la posición pro-marroquí del gobierno español.
Más de cien niñas saharauis, algunas de las cuales tienen la doble nacionalidad española, se sometieron al mismo tratamiento y sus padres biológicos temen represalias si se niegan a cumplir con las instrucciones del Polisario.