Después de la visita del rey Mohammed VI el miércoles y el jueves en el sur de Sudán y sus reuniones en Juba con el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, este último dio un claro apoyo al Reino en la cuestión del Sahara, explicando que «la cuestión del Sahara es diferente en su génesis y su naturaleza jurídica y política de la de Sudán del Sur.»
Es con estas palabras que el dirigente de Sudán del Sur denomina la cuestión del Sahara, la causa de la rivalidad entre Marruecos y Argelia, esta última apoya tenazmente el movimiento separatista del Polisario. Salva Kiir, ha al mismo tiempo alabado «los esfuerzos serios y creíbles hechos por Marruecos» para llegar a una solución política de esta cuestión.
por lo tanto la visita oficial de dos días del rey Mohamed VI en el sur de Sudán ha ayudado a sellar el acercamiento diplomático y político entre los dos países africanos. Sudán del Sur, así como la mayoría de los países africanos, que no reconoce a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), una entidad puramente teórica proclamada por el Polisario pero no reconocida por la ONU.
El Frente separatista saharaui que revendica la independencia de los territorios saharauis de Marruecos sobrevive sólo gracias a la financiación de Argelia, que le aporta un respaldo militar y diplomático continuo.
Sin embargo, Marruecos tiene activos diplomáticos muy serios en África. Debido a la controversia relativa al Sahara que había estallado durante la Guerra Fría en la década de 1970, ha entrado recientemente en una nueva fase.
La reintegración triunfal de Marruecos en la Unión Africana en su cumbre en Addis Abeba el 30 y 31 de enero, permitirá al Reino de defender mejor su causa. También facilitará la búsqueda de una solución pacífica a este problema que paraliza la construcción del grupo regional del Magreb debido a la vieja oposición entre Argelia y Marruecos sobre el caso.