Los dirigentes argelinos harían mejor de pensar primero en alimentar, ya sea a titulo humanitaria, a miles de saharauis en los campamentos de Tinduf frente a una grave escasez de alimentos, en lugar de despilfarrar sin contar, los petrodólares en las campañas de lobby anti-marroquí, dice un ex preso del Polisario, que retorno en los últimos años a Marruecos.
Como país anfitrión, explica este saharaui nativo de Aousserd, Argelia es directamente responsable de la degradación de las condiciones de vida de miles de saharauis expatriados a los quien Argel, asigna la condición de «refugiados», mientras les priva de agua , alimentos, fármacos, y el derecho de expresión y de movimiento.
El nudo se aprieta todos los días en torno a estas personas que el régimen argelino utiliza como un chantaje en la batalla frenética que libra durante décadas, contra su vecino marroquí, para imponer su liderazgo en la región y lograr sus objetivos geoestratégicos dice el ex preso.
Frente a la inercia de las autoridades de Argelia, una ONG del Polisario puso en marcha un nuevo grito de alarma contra una reducción drástica del » stock de seguridad de productos alimenticios básicos,» incluido el azúcar y el arroz, para las personas vulnerables en los campamentos de Tinduf.
Según la ONG, estas poblaciones están expuestas al igual que en 2015, a un alto riesgo de «malnutrición» y «anemia» que «amenazan la vida de más de 22.000 mujeres y niños», o incluso a una grave falta de agua y alimentos en ausencia de una ayuda de emergencia internacional.
El Programa Alimentario Mundial (PAM), añade la misma la fuente, «redujo las raciones mensuales de alimentos a los refugiados en casi un 20% durante el mes de mayo» y ha reducido aún más en junio, «si no hay una contribución de donantes tan pronto como posibles».
De hecho, añade el detenido saharaui, estos miserables hambrientos ya no esperan nada ni del Polisario, cuyos dirigentes corruptos han acumulado sin preocupaciones, una enorme riqueza en el extranjero gracias a la desviación masiva de la ayuda humanitaria internacional, ni del lado de los gobernantes de Argel, cuya preocupación principal es crear obstáculos a su enemigo jurado Marruecos y no mantener a estos «dejados a su suerte.»
El gobierno de Argelia da la más alta prioridad en su política exterior en el conflicto sobre el Sahara marroquí mediante el apoyo al Polisario que creó desde cero por los grandes medios diplomáticos, económicos y militares.