Un nuevo grupo de Saharauis acaba de huir de los campamentos de Tinduf, en Argelia, para volver a Marruecos donde centares de sus compatriotas les han precidido en el curso de las ultimas semanas. La llegada al Sahara de éste grupo comprende 35 Saharauis, ratifica que està ola ininterrumpida de evasiones no està como para pararse.
La razon de està gran fuga de los campamentos de Tinduf, la encontramos en las declaraciones concordantes de los que han vuelto a Marruecos : cansados por la propaganda hueca de los separatista del Polisario, desengañados de sus revendicaciones ideologicas anacronicas que toman en lo sucesivo la forma de un espejismo, cansados de permanecer aparcados en pleno desierto, en unas condiciones de indignidad y de indigencia absoluta. Todo esto para servir los oscuros planes de hegemonia regional de Argelia y de un puñado de separatistas, cuyas pretensiones de representar los Saharauis ya no les seduce.
Un gran numero de algunos 300 vueltos a Marruecos censados desde el final de marzo ultimo, son jovenes y adultos. Su verdadero edad oscila entre 15 y 50 años. Tambien hay mujeres, siempre acompañadas de sus hijos. Esto quiere decir que la propaganda del ultimo cuadrado de los separatistas del Polisario no tiene màs toma sobre los jovenes, nacidos en los campamentos de la desolacion y del exilio forzado. Esto quiere sobre todo decir que las personas màs viejas y enfermas no tienen la capacidad, ni los medios, de huir los campamentos argelinos de Tinduf.
Los regersados a Marruecos atestiguan ellos mismos que hoy, la mayoria de los Saharauis que estàn aun retenidos de fuerza en Tinduf, estàn convencidos que el sueño de « la republica Saharaui » no està màs entretenido que por los militares de Argel y de un puñado de separatistas. La luz de esperanza, la entreven en las perspectivas abiertas por el plan de autonomia presentada por Marruecos, y donde la comunidad internacional y el Consejo Seguridad han reconocido la pertinencia y el bien-fundado.
Para ellos, es ésta esperanza que les ha empujado a dar definitivamente la espalda a los campamentos de Tinduf. Una esperanza nutrida por la confianza que lo que queda de sus compatriotas terminaràn por unirse a ellos.