Una mano extranjera estaba detrás de los agitadores que han sembrado la confusión en el campamento de GDEM Izik y saquearon la ciudad de El Aaiún el 8 de noviembre del 2010. Esa es la conclusión de una investigación sobre el terreno realizada por una comisión parlamentaria de Marruecos, y cuyos resultados se hicieron públicos el Miércoles, 12 de enero.
De acuerdo con la comisión parlamentaria que solo dejo filtrarse algunos detalles de su investigación, varios índices y pruebas irrefutables confirman la existencia de vínculos estrechos entre un grupo dentro del campo GDEM Izik, Argelia y el Polisario «. Los miembros del grupo de agitadores, fueron supervisados durante las visitas repetidas durante más de un año y medio a los campamentos de Tinduf, en territorio argelino, dijo la fuente.
En su informe, presentado a la Cámara de Representantes, el Comité señalado que los medios de telecomunicaciones, de una alta tecnología, y las divisas(euros, dólares y dinares argelinos) incautados a los alborotadores, demuestran el vínculo que ha entretenido el grupo con Argelia, el Polisario y otras partes extranjeras, dicho de paso españoles.
La investigación también plantea preguntas sobre el origen y la parte que estaba detrás de la financiación del campamento, los medios logísticos para garantizar un suministro constante de alimentos y combustible, la movilización de una gran flota de camiones y vehículos 4×4, la cobertura telefónica y las donaciones en efectivo para los jóvenes supuestos en busca de un trabajo.
El informe se refiere también a un mal funcionamiento que se prolongo durante casi tres décadas a nivel de la gestión local, caracterizada por una prevalencia de favoritismo en la distribución de beneficios. Estos trastornos se encuentran entre otras cosas,en el origen de las demandas sociales y las protestas de una parte de la población de El Aaiún, que reclamó el derecho al empleo, la vivienda y la solidaridad nacional.
La Comisión también hace hincapié en la necesidad de situar los acontecimientos de El Aaiún, en el contexto internacional en esa época, marcada por la visita a Marruecos, del Secretario General de la ONU y su Enviado Personal para el Sáhara Occidental, y el anuncio de la próxima sesión de conversaciones informales sobre el conflicto del Sahara.
El informe señala, por último que las respuestas recibidas por la Comisión sobre la cobertura de la seguridad requerida en El Aaiún, a raiz del desmantelamiento del campamento no eran convincentes, dada la enormidad de los daños y la gravedad de los actos de vandalismo cometidos contra el patrimonio público y privado.