La libertad no tiene precio en otro lugar bajo otros cielos, salvo en los campamentos de Tinduf, un lugar sin ley, donde los torturadores del Polisario siguen violando todos los días sin tener que preocuparse por los derechos universales de las personas y comunidades. Es por esta razón que el Centro de la Memoria Común para la Democracia y el futuro (CMCA) ha tomado la iniciativa de denunciar tales prácticas inhumanas e indignas que atentan contra la libertad de expresión, de opinión y de movimiento en los campamentos de Tinduf, bajo la mirada pasiva de las autoridades del país de acogida, Argelia.
El Centro ha instado el pasado sábado, 29 de septiembre, las organizaciones internacionales y la sociedad civil de responder de urgencia ante,la dirección del Frente Polisario para exigir la liberación de los presos de conciencia, el levantamiento del bloqueo impuesto a los periodistas y a los refugiados saharauis y permitir que las personas desplazadas puedan reunirse libremente con sus familias.
Los campamentos de Tinduf están hirviendo y en un estado de gran ira contra los dirigentes del Polisario, por su absolutismo, revela el Centro quién nació en el seno de la Organización Marroquí de Derechos Humanos (OMDH) el 16 de junio de 2008 en Rabat, a iniciativa de los activistas de derechos humanos, intelectuales de académicos y otras personalidades políticas y civiles.
Las voces de los periodistas, de los intelectuales y políticos y los militares se han alzado en los últimos días contra Mohamed Abdelaziz, quién dirige de una mano de hierro las estructuras del Polisario, con la ayuda de un puñado de lugartenientes, informa el CMCA quién se ha asigna la tarea de reconstruir la memoria común de los marroquíes y su entorno geográfico y político.
El deber de conciencia, subraya la misma fuente, insta a los defensores de derechos humanos de denunciar las prácticas y los abusos de los dirigentes del Polisario y la angustia que experimentan los refugiados saharauis en los campamentos de Tinduf.