El tono se ha subido de golpe en las grandes ciudades del Sahara marroquí, donde los partidarios del separatismo al acecho pasaron a la provocacion a la llamada de los dirigentes del Polisario.
Completamente desconcertados por el rechazo de la propuesta de ampliar el mandato de la MINURSO para supervisar los derechos humanos en el Sáhara Occidental, los dirigentes del Frente Polisario no han encontrado otra cosa que sobornar sus peones para sembrar el desorden en la zona contestada y incitar a las fuerzas de seguridad marroquíes para cometer lo irreparable.
Desde que se aprobó el 25 de abril, por el Consejo de Seguridad de la ONU de la de la última resolución que renueva por un año el mandato de la MINURSO en el Sahara, los separatistas del interior bajan a las calles de El Aaiún y Smara para manifestaciones independentistas que pacificas, pero que en el transcurso de las cuàles se recurre a todos los medios para sobresalir en actos de provocación contra las fuerzas de seguridad.
Las hordas desatadas de mujeres y jóvenes a menudo con pasamontañas, aprovechan de la gira en està region, de periodistas de medios de comunicación estadounidenses y británicos y de los parlamentarios occidentales para «venderles» imágenes montadas de toda pieza sobre presuntos violaciónes de derechos humanos de las fuerzas de seguridad marroquíes.
Observadores informados creen que el Polisario y sus mentores Argelinos están cometiendo un grave error de cálculo, ya que tales actos de provocación se despliegan ante los ojos de los periodistas extranjeros y observadores que llegaron especialmente al Sáhara Occidental para evaluar el estado de las cosas en términos de respeto de los derechos humanos. Al final, van a tener la desagradable sorpresa de que los manifestantes saharauis son simples alborotadores y son ellos los quién atacan a la policía y no a la inversa. Los impulsores de esta estratégia, subraya la misma fuente, son finalmente atrapados en su propia trampa y tienen todos los problemas del mundo para poner fin a esta farsa que arriesgan pagar muy caro en las futuras negociaciones en la ONU.