El llamamiento lanzado el domingo por el Polisario para la asistencia humanitaria internacional arriesga probablemente no encontrar un eco, la comunidad internacional se ha convertido en muy desconfiada tras el escándalo del desvío a gran escala de la ayuda destinada a los campamentos de Tinduf.
Para los dirigentes del Polisario, las necesidades se estiman en 10 millones de dólares para proveer alimentos a la población en los campamentos de Tinduf hasta julio. Pero los donantes internacionales se han vuelto más cautelosos. Atormentado por las revelaciones de la Oficina de Lucha contra el Fraude de la UE sobre la existencia de un sistema estructurado de malversación de fondos por el Polisario y Argelia, los donantes prefieren esperar a ver con más claridad.
Otros simplemente han reducido drásticamente su ayuda. Es el caso de la Unión Europea, pero también de España. La ayuda españolade ha hecho se ha reducido de 10 millones a menos de 7,5 millones de dólares al año a causa de los desvíos.
A causa tambien de estas revelaciones en los que la OLAF señaló la responsabilidad de los dirigentes argelinos y dignatarios del Frente Polisario, el Consejo de Seguridad reiteró su llamamiento a Argelia para llevar a cabo el censo de la población saharaui en los campamentos controlados por el Polisario en Tinduf.
El Parlamento Europeo, por su parte, no dudó en decidir en una resolución aprobada a finales de abril que la ayuda de la UE en el futuro debería estar condicionada a la identificación de los beneficiarios con el fin de evitar este tipo de abusos. La malversación sistemática a lo largo de varios años se hacia sobre la base de 160.000 personas presentadas por Argelia.
Sin embargo, las estimaciones de la UE sobre la base de las observaciones por satélite y evaluaciones científicas hablan de una cifra de alrededor de 90.000 habitantes en los campamentos de Tinduf solamente. Es esta gran diferencia entre los dos números que ha permitido, entre otras, la organización de estos desvíos masivos, concluyó la OLAF.