El ministro de Estado británico, Alistair Burt, quién fue la semana pasada objeto de una interpelación por parte de un miembro del Partido Nacional Escocés, Alan Brown, sobre el tema de los eurodiputados prohibidos que tienen prohibido entrar en Marruecos, dijo que su gobierno no le concernía esta cuestión.
El gobierno británico ha evitado caer en la trampa de algunos eurodiputados adheridos a las teorías separatistas del Polisario respaldadas por Argelia, que buscaron involucrar a Londres en este caso que no se sostiene.
En cualquier caso, se trata de la respuesta del Ministro de Estado británico para Oriente Medio y de África del Norte, Alistair Burt, al diputado del (National Scottish Party, SNP).
Preguntado el lunes 13 de noviembre, por el parlamentario Alan Brown sobre la prohibición de acceso de diputados europeos en la provincia marroquí de El Aaiún, el ministro de Estado británico dijo que «este caso concierne (más bien) al Parlamento Europeo y las autoridades marroquíes».
Además, los miembros de la delegación parlamentaria europea «no estaban en misión oficial», dijo el alto funcionario británico, quién agregó que tampoco tenía la intención de plantear este asunto ante la Embajada de Marruecos en Londres.
Excluyendo «cualquier interferencia en este asunto», el ministro británico reiteró la posición de su país sobre el tema del Sahara y dijo que el Reino Unido «apoya los esfuerzos del Secretario General de la ONU para alcanzar una solución justa, y duradera y mutuamente aceptable» para el conflicto creado en torno al Sahara marroquí.
El responsable británico de repente lanzó un nuevo revés no solo a los dirigentes del Polisario y de Argelia, sino también a su relevo europeo, acuñado por los servicios argelinos para ir a sembrar la discordia en las provincias del sur del Reino, convertidos en estos últimos años en, inaccesibles para los fieles del Polisario.