Dos ONG internacionales, hicieron un llamamiento al Consejo de Derechos Humanos (CDH ) de hacer todo lo posible para censar la población saharaui y garantizar el respeto de su expresión y la libertad de movimiento.
Desde el comienzo del conflicto en el Sáhara Occidental en 1976 y la creación de los campamentos de Tinduf, Argelia siempre ha rechazado las solicitudes de autorización de los organismos especializados de las Naciones Unidas para censar a los refugiados saharauis en su territorio.
Un alto cargo que dio el portazo en 2010, en la nariz de sus superiores dentro de la dirección del Polisario para ir a establecerse en España, dijo que la negativa Argelina por el temor de descubrir entre los refugiados supuestos ser todos saharauis marroquíes, a miles de de tuareg y nómadas, originarios de Argelia, de Mauritania y de los paises del Sahel.
En 1975, llega un flujo masivo de ésos nómadas hacia los campamentos de Tinduf, y se sintierón alentados por las autoridades de Argel. El objetivo contado por el régimen argelino dirigido por aquel entonces por la pandia del difunto Huari Bumediene era inflar artificialmente las filas de refugiados de Tinduf a la espera de un referéndum de autodeterminación.
A pesar de las cuatro décadas que han pasado, el régimen argelino mantiene su frontera cerrada con Marruecos desde 1994 y continúa defendiendo cuerpo y el alma, su famoso principio del derecho de los pueblos a la libre determinación. Además, los líderes argelinos saben que la ONU, nunca avalara la creación de un estado con una población cuyo escaso efectivo no supera los 90.000 personas, según estimaciones del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR ).
Es por estas razones que muchas ONG internacionales siguen pidiendo como el ACNUR y el Gobierno de Marruecos, la organización de un censo de la población para evaluar primero sus necesidades en ayuda humanitaria.
No más tarde de la semana pasada, el Comité Internacional para el Respeto de la Carta Africana de Derechos Humanos ( CIRAC ) y la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID ), que participó en los trabajos de la 24 ª sesión del CDH en Ginebra han formulado al Consejo una petición en este sentido.
Los delegados de las dos organizaciones no gubernamentales también han atraído la atención del Consejo de Derechos Humanos sobre la naturaleza peligrosa de mantener una zona de anarquía en territorio argelino en Tinduf. También argumentan que un «verdadero desastre humanitario permanece y resiste al tiempo» en los campamentos de Tinduf, si el régimen argelino se obstina rechazar cualquier solución que no rima con su ideología y hegemonía.