La población saharaui en Tinduf es todavía furioso, cuando las demandas de los jóvenes la libertad siguen siendo tratadas con el mismo desprecio por el Polisario y los oficiales del DRS argelino, según fuentes bien informadas en los campamentos.
Es lo que explica el movimiento de protestas de jóvenes contra el Polisario y la represión que siguió. Las mismas fuentes informan de la exacerbación de la tensión entre jóvenes y el Frente financiado y apoyado por Argelia. Las causas de esta tensión, convertida en permanente son siempre las mismas. Después de cuarenta años de exilio en condiciones extremadamente difíciles en la zona desértica de Tinduf, los saharauis no ven salida a su difícil situación. La solución al conflicto del Sáhara Occidental se arrastra y ya no creen en las promesas del jefe del Polisario. Mohamed Abdelaziz sigue prediciendo una victoria eminente contra Marruecos, pero los saharauis no le escuchan.
El caso de los jóvenes es aún más patético. Nacidos y criados en el duro desierto, se les niega toda libertad de expresión o de movimiento fuera de los campamentos. Sin embargo, son muy conscientes de que su secuestro sirve como moneda de cambio para los dirigentes argelinos en un brazo de hierro regional que les supera.
Frente a la ociosidad y la falta total de perspectivas en los campamentos, los jóvenes buscan maneras de escapar de su destino. Pero la estrecha vigilancia del Polisario y del cerco de los campamentos por los oficiales de la inteligencia militar argelina hacen sus intentos peligrosos, si no inútiles. Muchas personas, tratando de desafiar al desierto, para unirse a Marruecos, fueron asesinados en el camino por las milicias del Polisario o por los soldados argelinos.
Las protestas se han sucedido durante meses y son violentamente reprimidas por el Polisario, son la consecuencia de esta grave tensión que reina en los campamentos confirman las mismas fuentes.