Una ONG saharaui con sede en España ha desvelado el trato inicuo con que los secuaces del Polisario someten a las mujeres en los campamentos de Tinduf ante a la mirada pasiva de las autoridades argelinas, país anfitrión.
En un discurso ante la Asamblea Mundial de Mujeres del Foro Social Mundial (FSM) 2018, celebrada hasta el 17 de marzo en Salvador, capital del estado de Bahía (noreste de Brasil), Othmane Bentaleb, un dirigente de la Asociación saharaui para la defensa de los derechos humanos (ASADEDH) elaboró ??un informe sombrío de las violaciones y privaciones sufridas por las mujeres y chicas saharauis en Tinduf.
Reducidas a meras «máquinas de procreación» para engrosar las filas de un régimen que solo sirve a sus intereses, estas mujeres sufren un gran sufrimiento debido a su precario estado y su separación forzosa de sus hijos expatriados a países como Cuba, por adoctrinamiento, se lamentó el representante de ASADEH.
Estas mujeres están privadas de todos los privilegios reservados solo a una minoría cercana a la dirección del Polisario, declaro Bentaleb a la agencia de prensa «MAP» al final de esta reunión.
Las mujeres saharauis sometidas a diario a un trato degradante, agregó, están a merced de individuos o incluso de grupos delictivos organizados, que explotan su miseria con fines de lucro.
Las jóvenes muchachas no escapan tampoco, a estas redes de la mafia, que no dudan en explotar su precariedad para conmover la opinión pública internacional y recolectar ayuda humanitaria que luego son desviadas por los caciques del Polisario y los notables que les son leales
Además de las mujeres y chicas que a menudo están esclavizadas al servicio de la milicia y los hombres fuertes del Polisario, los jóvenes saharauis son también los eslabones débiles de la población secuestrada en Lahmada.
Miles de jóvenes ociosos privados del derecho al trabajo decente son frecuentemente explotados por las redes de la mafia en el tráfico de drogas y el contrabando, donde simplemente son reclutados por grupos terroristas que operan en la Franja del Sahel, contra un alto salario.