El reclutamiento de mercenarios por parte de los hombres Polisario leales al líder libio, coronel Muammar Gaddafi, se confirma cada día con nuevas pruebas. La participación de los elementos separatistas armados en los enfrentamientos armados en Libia ha sido confirmado por el jefe de una organización estadounidense. En una entrevista con el diario estadounidense «The Tribune Times», el presidente fundador del Instituto Americano para la Religión y Política Pública (IRPF), José Grieboski aseguró que los combatientes del Frente Polisario reclutabàn combatiéntes en los campamentos de Tinduf y les envíabàn a luchar contra los insurgentes en Libia. «El Frente Polisario ejerce la presión sobre las personas (en los campamentos de Tinduf) para servir como mercenarios al servicio del régimen de Muammar Gaddafi,» dice J. Grieboski. El responsable de EE.UU. también llamó a poner fin a las violaciónes de los derechos humanos y las «atrocidades» cometidas en los campamentos de Tinduf, en particular para una solución justa y duradera del conflicto en el Sáhara Occidental.
Las declaraciones de Grieboski vienen de corroborar los puntos de vista ya avanzados en éste tema por un ex responsable libio. Citado por el diario «Washington Post», el disidente libio ha revelado que cientos de mercenarios del Polisario fueron reclutados por el régimen de Muammar Gaddafi, para sofocar la revolución libia. Los detalles de las negociaciones sobre la contratación de un contingente de 450 mercenarios del Polisario fueron enviados a responsables de la OTAN por un ex responsable cercano a Gadafi, que participó en éstas negociaciones, dijo el diario estadounidense. La fuente dijo que «mercenarios reciben la suma de 10,000 $ cada uno a cambio de sus compromisos con las fuerzas pro-Gaddafi durante un período de dos meses.»Segun la misma fuente, los mercenarios no perciben en realidad que una fracción, 1000 o 2000 dólares, mientras que el resto se recoge en nombre de los principales líderes de la dirección del Polisario. Pero lo que los líderes políticos y los servicios de inteligencia de países occidentales temen màs es que éstos mercaderes de la muerte se conviertan en traficàntes de armas para entregar parte del arsenal recuperado en Libia a las células de la red terroristas de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) muy presente en la banda Sahelo-Sahariana.