Para los dirigentes argelinos, siempre que haya petroleo que fluye, habrá lobby para servir a las tésis separatistas del Polisario. No lo conocemos a todos, pero una cosa es segura es que son numerosos los grupos de presión que hacen sangrar a blanco las cajas negras del Estado argelino en defensa de una causa perdida, pero a expensas del contribuyente Argelino. Para los co-productores Australo- Bolivianos de la película «Stolen» sobre la esclavitud en los campamentos de Tinduf, en Argelia, el gabinete de abogados de EE.UU. «Foley Hoag» recibe cada año del DRS (inteligencia militar argelina) la suculenta suma de 1.000.000$ para las campañas anti-marroquíes a favor del Polisario. Violeta Ayala y Dan Fallshaw se encuentran actualmente en los Estados Unidos para la emisión sobre la cadena de television «World Channel», el canal de televisión, la abrumadora película documental «Stolen». Originalmente programada para el 5 de febrero, la difusion, aplazada debido a fuertes presiones sobre el Public Broadcasting Service (PBS) por la firma de lobbying americana que trabaja para el DRS argelino, y por extensión al servicio del Polisario. PBS es una red de televisión pública sin fines de lucro con más de 350 estaciones de televisión en los Estados Unidos, que tienen la red de propiedad colectiva. Los co-realizadores del documental australo-boliviano aseguran en un comunicado emitido en Nueva York, que «hubo una fuerte presión sobre PBS por empresas estadounidenses cuyo gabinete de abogados +Foley Hoag + para desprogramar Stolen». De esto, hace «seis años hemos sido detenidos en Argelia, y hemos tenido una travesia del desierto nos no sólo por producir la película, sino también para sacarla a la luz «, recuerda Violeta y Dan en este comunicado de prensa a través del cual expresan sus enfado contra las presiones para impedir la financiación de la película y hacer que se retraigan, además de otras amenazas de demandas judiciales.
El documental Stolen fue difundido en pre-estreno la noche del martes sobre «Channel World», un canal de televisión, que tiene a alrededor del 58 % de audiencia de los hogares en los EE.UU., a pesar de la presión del lobby pro-Polisario que lo hizo todo para evitar su difusion. Esto es un mercenariado de otra dimensión que el régimen argelino financia en los entresijos . Si por lo menos fuese para defender los intereses supremos de la nación, que habría sido comprensible, pero desembolsar una fortuna sólo para obstaculizar las ruedas de un país hermano y vecino, se convierte en una especie de paranoia absoluta.