La ONU ha desmentido formalmente las alegaciones del jefe del Polisario, Brahim Ghali, hablando de una violación del alto el fuego con Marruecos, asegurando que «no hubo movimientos militares sospechosos de Marruecos al sur -oeste del Sahara occidental «.
En una carta dirigida a la ONU, el jefe de los mercenarios saharauis no sólo había afirmado que «las fuerzas marroquíés han movilizado unidades militares en violación de la zona en cuestión, con el apoyo de las unidades móviles de transporte y de ingenieria militar, apoyadas por reconocimiento aéreo «, cerca de Mauritania y más allá de la muralla defensiva, pero también denunció una supuesta» escalada sistemática «de Marruecos.
La MINURSO, después de haber desplegado el terreno medios terrestres y aereos llegó a la conclusión inequívoca de que las alegaciones del Polisario contra Marruecos, solo son alegaciones y mentiras.
«La misión no detectó ninguna presencia militar o equipos militares, pero sólo vehículos civiles que pasan por el muro» de defensa, aseguró el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, quién agregó que la MINURSO ha pasado los resultados preliminares de su investigación para el Frente Polisario.
Brahim Ghali, catapultado recientemente por el régimen y el DRS (inteligencia militar) argelina a la cabeza del Polisario y de la dicha república saharaui «RASD», quería hacer dos cosas a la vez. Trató de agitar la tensión entre Rabat y Nuakchott, cuyas relaciones ya están en su nivel más bajo y, al mismo tiempo, hacer una puja ante la ONU contra el Reino. Pero este plan maquiavélico salió mal a pesar del amplio apoyo de los medios de comunicación de Argelia. Los dirigentes de la ONU y la MINURSO han esta vez sido, lo suficientemente alertas en evitar la nueva trampa que les tendia el Polisario con el apoyo de Argelia.
En su versión oficial, Marruecos habla de una operación de limpieza por las aduanas y los servicios de seguridad contra los contrabandistas y traficantes de la región de Guergarat en el extremo suroeste del Reino. Esta zona, especialmente la tierra de nadie llamada «Kandahar», se convirtió en un centro para todo tipo de tráfico ilegal y el comercio, de los cigarrillos y combustible, reventa de licores, de la falsificación, automóviles y ganado robado, a través del tráfico de armas de fuego y drogas blandas.